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<meta http-equiv="content-type" content="text/html; charset=UTF-8">
</head>
<body>
<div align="center">
<div align="left"><font face="Helvetica, Arial, sans-serif"><b>Acción
Ecológica opina</b></font><br>
</div>
<b><font face="Helvetica, Arial, sans-serif"><img
moz-do-not-send="false"
src="cid:part1.20CDD261.6699DA6C@accionecologica.org"
alt="ae" width="71" height="84"><br>
<br>
Serie Coronavirus #10<br>
<br>
CUIDARNOS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS</font></b><b><br>
</b></div>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif"><br>
</font>
<div align="right"><i><font size="-1" face="Helvetica, Arial,
sans-serif">Cuando pienso en vínculos me imagino una tela de
araña tejida con afecto, </font></i><i><font size="-1"><br>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif">pensada y mantenida
para garantizar la supervivencia del insecto. </font><br>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif">A veces armónica,
llena de fractales, geométrica, afín a nuestra idea de
belleza; </font><br>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif">otras caótica,
desafiando estructuras tradicionales, pero siempre
sosteniendo. </font><br>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif">Así, hoy, se me
representan los vínculos sociales, entrelazados en puntos de
contacto, </font><br>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif">invisibles e
inmateriales, establecidos en afectos.</font><br>
</font></i><font size="-1"><b><font face="Helvetica, Arial,
sans-serif">Felipe Bonilla</font></b></font><br>
</div>
<font face="Helvetica, Arial, sans-serif"><br>
En este tiempo de aislamientos con restricción de contacto, se
visibiliza el entramado que nos conecta a pesar de la distancia
impuesta entre los cuerpos. Esas tramas sensibles de afectividad
que hemos sabido construir entre los seres que nos importan. La
exigencia de cuidarse para cuidarnos interpela, y nos convoca a
resignificar nuestra vida en sociedad. ¿Quién es el otro que
solemos cruzar cotidianamente? Ese al que esquivamos para no
dejarnos perturbar por su necesidad, ese que hoy se nos hace tan
cercano, él, ella, se imponen en su semejanza, más allá y más acá
de nuestras diferencias. Entre todos vamos tejiendo y
visibilizando múltiples hilos que nos ligan al vecino con el que
conversamos diariamente, a la señora del mercado, al amigo
migrante a quien compramos una empanada y siempre nos pregunta por
nuestra salud o con los y las compañeras de trabajo; así con todas
las personas con quienes establecemos contacto y nos “encontramos”
cotidianamente. Mientras, otros lazos se disuelven por falta de
contacto, por diferencias de opinión, de creencias, o porque nos
hicimos daño. <br>
<br>
Este tiempo nos convoca a detenernos y a mirarnos, a redefinir
como queremos estar entre quienes integramos la trama, propiciando
encuentros en los que se potencie la posibilidad de vivir. Una
ética del cuidado de sí con proyección en los otros, una ética de
la hospitalidad y la afectación sensible. El Manifiesto por una
Salud Mental Colectiva en tiempos de Coronavirus (1), nos permite
ver algunas ideas sobre una de las tantas formas de empezar a
relacionarnos y buscar salud mental en tiempos de coronavirus.<br>
<br>
La pandemia también nos invita a reconocer el fin de las promesas
de la modernidad; máquina, velocidad y aceleración componentes
esenciales en la historia del capitalismo, se suspenden ante las
decisiones de cuarentena a nivel mundial, pero dejan al
descubierto nuestras propias reacciones. El impacto de esta
situación en nuestra cotidianeidad nos interpela en lo colectivo,
y nos resiente en lo personal, enfrentándonos a experimentar dos
tipos de miedo. Uno que es funcional, y es el que percibimos ante
la percepción de un peligro, cuando se activan ciertas zonas de
nuestro cerebro que a su vez producen cambios químicos y
hormonales, para desencadenar la clásica reacción: sudoración de
manos, taquicardia, aumento de la presión sanguínea y una descarga
de adrenalina. Así aprendimos a protegernos del miedo, a huir y
evitar lo que nos puede hacer daño, a no repetir las cosas que nos
duelen. Según el Manifiesto de Salud Mental las situaciones
desconocidas nos sitúan frente al miedo, la ansiedad y el estrés,
pero es bueno recordar que la humanidad ha vivido varias pandemias
en su historia y que esta es una más que también sabremos
sobrevivir, y que el encierro no implica estar en soledad, existen
diversas formas de encuentros para no deshumanizarnos ni
enloquecer en nuestras cuatro paredes.<br>
<br>
Existe otro tipo de miedo, que no es operativo, es un miedo
patológico, que nos enfrenta a nuestros peores temores y nos
paraliza, o nos obliga a tomar decisiones irracionales como ir a
comprar desenfrenadamente papel higiénico y dejar en
desabastecimiento a parte de la población. A este miedo apelan la
gran maquinaria de control social. Desde pequeños y pequeñas
aprendemos de los cuentos del kuko, o el ropaviejero, como
fantasías de estructuración social que se constituyen en una de
las mejores herramientas de ese control. Para enfrentar esto es
necesario tomar distancia de la situación que nos interpela y
tratar de informarnos de manera objetiva y de fuentes confiables,
acercarse a la otredad desde los lazos de afecto que nos unen más
que de los temores que nos alejan. Circular información chequeada
y de fuentes confiables. <br>
<br>
Sobre informar o malinformar no es inocuo y puede producir
sufrimiento, evitemos el bombardeo de datos. También proponemos
difundir las prácticas solidarias novedosas que van apareciendo
con el fin de multiplicarlas y que tengan mayor alcance en la
comunidad. La solidaridad será la manera que tenemos de
vincularnos en los hilos que sostienen la telaraña y no rompernos
en la desconfianza del miedo generalizado. <br>
<br>
El Manifiesto siguiere que las redes de apoyo mutuas no
presenciales son formas de cuidado, estar pendiente de nuestro al
rededor y colaborar en lo posible para satisfacer las necesidades
de los más vulnerables, y al tiempo podemos pedir ayuda a esta red
si necesitamos de apoyos así como Favorecer actividades que ayuden
a expresar miedos, ansiedades y preocupaciones. El tiempo en casa
puede ser de calidad podemos defendernos desde el humor y la
ternura.<br>
<br>
La trama se configura todo el tiempo en interacción con esos otros
cercanos, próximos, o lejanos; con esos con los que hoy nos vemos
obligados a permanecer más tiempo del habitual, a habitar el mismo
espacio, esos otros con los que nos conecta una historia de
experiencias compartidas. Esos otros con los que establecemos
lazos de confianza, de amor, de tensión, de solidaridad, de
indiferencia, o en el peor de los casos de violencia (2). Poder
escucharnos y circular la palabra, teniendo en cuenta que no
sabemos exactamente lo que le está pasando a la persona que
tenemos en frente; sea en una pantalla o en la vida real todo el
día. Ver y sentir para reconocer que podemos estar con personas
que están sufriendo y que podemos hacer algo para evitar ese
padecimiento. <br>
<br>
Atravesar esta cuarentena en tiempos de pandemia, implica un gran
desafío, ya que, además de representar una transición económica
con complicaciones para los países periféricos dependientes de la
exportación de materias primas, y una inconmensurable afectación
para el sistema sanitario, nos compromete a preservar y restituir
nuestro tejido social, que se verá inevitablemente afectado. <br>
<br>
El gobierno dice que las actividades estratégicas no se han
detenido, es decir que los niveles de riesgo frente al COVID-19
pueden ser más altos para quien trabaja en estas industrias y las
comunidades campesinas e indígenas cercanas a éstas. El Estado
está ausente y no tiene la capacidad de ir a los barrios y
comunidades más vulnerables, en donde se están dando la mayoría de
casos. Debemos exigir políticas de parte del Estado que garanticen
la sobrevivencia de nuestros seres y comunidades basadas en el
enfoque de derecho, de género y ecologista.<br>
<br>
Se hace necesario redefinir las complejas configuraciones de
tensionada convivencialidad entre Estado y mercado en pos de
generar políticas públicas activas, con, sobre todo en aquellas
funciones básicas que permiten un mejor vivir, más igualitario,
acompañándonos, para escuchar, desarrollar la empatía y la
antipatía, ampliar derechos y no limitarlos. <br>
<br>
Para finalizar, el Manifiesto nos plantea ser conscientes de la
potencia de lo vincular y de lo colectivo, de la fuerza que tienen
las relaciones intergeneracionales y de los sistemas de
solidaridades que se despliegan a partir del cuidarnos.
Entendiendo al cuidado en su dimensión social y política.
“Sostenemos que las estrategias individualistas nos debilitan y no
brindan soluciones para superar la emergencia sanitaria actual.
Son las salidas colectivas las productoras de potencia de vida y,
consecuentemente, de salud mental.” (Docentes de la Cátedra Salud
Pública Salud Mental II de la Facultad de Psicología de la UBA,
2020)<br>
<br>
<font size="-1"><b>NOTAS</b>:<br>
<br>
(1) 20/03/2020- Por Cátedra Salud Pública Salud Mental II de
la Facultad de Psicología de la UBA.
<a class="moz-txt-link-freetext" href="https://www.elsigma.com/salud-publica-y-psicoanalisis/manifiesto-por-una-salud-mental-colectiva-en-tiempos-de-coronavirus/13722">https://www.elsigma.com/salud-publica-y-psicoanalisis/manifiesto-por-una-salud-mental-colectiva-en-tiempos-de-coronavirus/13722</a><br>
(2) <font color="#ff0000"><i><b>Si te encuentras viviendo una
situación de violencia ya seas la víctima o estés
observándola puedes llamar inmediatamente al 911 o al 1800
335486 (DELITO) opción 4.</b></i></font><br>
<a class="moz-txt-link-freetext" href="https://ecuador.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2020/03/news-women-and-covid-19-governments-actions-by-ded-bhatia">https://ecuador.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2020/03/news-women-and-covid-19-governments-actions-by-ded-bhatia</a><br>
<a class="moz-txt-link-freetext" href="https://www.elcomercio.com/actualidad/violencia-intrafamiliar-cuarentena-emergencia-coronavirus.html">https://www.elcomercio.com/actualidad/violencia-intrafamiliar-cuarentena-emergencia-coronavirus.html</a></font><br>
<br>
</font>
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