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<div align="center">
<div align="left"> <font face="Arial">Acción Ecológica opina</font><br>
</div>
<font face="Arial"><b>NOS MOVILIZAMOS POR PONER LA SOBERANÍA
ALIMENTARIA EN ENTREDICHO</b></font><br>
</div>
<font face="Arial"><br>
</font>
<div align="right"><small><font face="Arial"><i>“Como se ve, la
deuda (con el agro) ya no es social, es con la
productividad agroindustrial</i>”</font><br>
<font face="Arial">Edgar Isch</font></small><br>
</div>
<font face="Arial"><br>
Indígenas y campesinos, guardianes de nuestra agrobiodiversidad,
se hacen presentes en la ciudad para exigir al gobierno que se
cumpla lo acordado en la Asamblea Constituyente del 2008:
garantizar la Soberanía Alimentaria. Muchas señales desde el
gobierno que han afectado su producción y reproducción social
han creado dudas sobre dicha garantía lo que pone a la Soberanía
alimentaria en entredicho<br>
<br>
Pese a que tener la única Constitución en el mundo que garantiza
la Soberanía Alimentaria como objetivo estratégico del Estado,
seis años después es claro que la reforma integral en el agro
nunca estuvo dentro de las prioridades de las políticas del
gobierno.<br>
<br>
Históricamente, el campo ha sido el escenario donde se reflejan
las contradicciones del modelo agroexportador con la agricultura
familiar. Por un lado, el modelo agroindustrial claramente
fortalece el modelo de modernización del capitalismo en el agro;
mientras que por el otro, el modelo campesino o de la
agricultura familiar, donde prevalece la chacra, la rotación de
cultivos, la protección de las semillas tradicionales y del
patrimonio genético, el trabajo comunitario, y que con menos del
5 % de la tierra se producen casi el 64% del alimento para el
país.<br>
<br>
Desde el 2013, el gobierno ecuatoriano apostó, a través de la
llamada “<i>nueva matriz productiva</i>”, a una “revolución
agraria” que se basa en fortalecer un modelo primario
agroexportador basado en el monocultivo, en la producción
únicamente de biomasa, por ejemplo de caña y palma para
agrocombustibles, y no de alimentos sanos, el intensivo uso de
agroquímicos, el acaparamiento de tierra y agua, el control y la
reducción de la agrobiodiversidad y la proletarización del
campesinado. La mirada <i>productivista</i> y <i>positivista</i>
se impone y se percibe muy alejada e incompatible de las
realidades de los campesinos e indígenas, y de los preceptos
básicos de la <i>Soberanía Alimentaria</i>. <br>
<br>
Para garantizar la soberanía alimentaria, muy poco se ha
aportado, quizá apoyos puntuales a proyectos agroecológicos y el
etiquetado de alimentos, pero ello es insuficiente frente las
necesidades urgentes del campo y la ciudad. Por ejemplo, la
mirada de la función social de la tierra va más allá de
garantizar altos índices de productividad sino la
democratización de los medios de producción y que las formas
productivas no estén en contradicción con la naturaleza1.<br>
<br>
Frente a ello, nos movilizamos: porque se asuma al campesino e
indígena, (y con ello la agricultura familiar) encabezando la
lista de prioridades, en lo que se refiere a tierra, agua y <br>
autonomía en territorios y en los mercados; por una verdadera
reforma agraria que involucre la voz y el acompañamiento de
estos actores principales. Por un país donde seamos
verdaderamente soberanos en nuestra alimentación y en nuestros
territorios.<br>
<br>
ACCIÓN ECOLÓGICA<br>
11 de agosto 2015<br>
<br>
Más información; <a moz-do-not-send="true"
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href="mailto:tics@accionecologica.org">tics@accionecologica.org</a></font><br>
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