<html>
<head>
<meta http-equiv="content-type" content="text/html; charset=utf-8">
</head>
<body bgcolor="#FFFFFF" text="#000000">
<div align="center"><img alt="logoae"
src="cid:part1.03000902.05040806@accionecologica.org"
height="148" width="125"><br>
</div>
Acción Ecológica opina <br>
<div align="center">Serie sobre la Encíclica papal (Entrega No.5)<br>
</div>
<br>
<div align="center"><b>EL AGUA, EL PAPA Y LA ENCÍCLICA LAUDATO SI’</b><br>
</div>
<br>
El Laudato Si’ no es el primer pronunciamiento de la Iglesia
Católica sobre el agua. Por ejemplo, en mayo del 2007, la
Conferencia de Aparecida (1) declaraba que: <br>
<br>
“Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía
negociable por las empresas, y un bien disputado por las grandes
potencias, denunciando los intereses de grupos económicos que
arrasan irracionalmente las fuentes de vida, produciendo la
eliminación de bosques, la contaminación del agua y convierten las
zonas explotadas en inmensos desierto”.<br>
<br>
Esta vez, la Encíclica papal Laudato Si’, en varios párrafos pone
énfasis también en la importancia de proteger el agua. Por ejemplo
señala que “El agua potable y limpia representa una cuestión de
primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y
para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes
de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e
industriales....” (Párr. 28). Esto está acorde con la Constitución
del Ecuador que en su artículo 12 reconoce el derecho humano al
agua. A pesar de esto, la situación del agua en nuestro país es
gravísima. <br>
<br>
En primer lugar hay una tendencia a la concentración del agua en
pocas manos, en desmedro de la soberanía alimentaria y para
favorecer a la agroexportación y generación eléctrica. Con la Ley
Orgánica de Recursos Hídricos, Usos y Aprovechamiento del Agua y su
Reglamento se da apertura a la privatización del agua a pesar de ser
un factor estratégico. Así, el 1% de los beneficiarios de
concesiones concentra el 64% del agua, mientras que el 86% de los
beneficiarios de concesiones dispone de tan solo del 13% del agua.
Además, los que más concentran reciben cerca de 58 litros por
segundo por unidad productiva, mientras que a la mayoría solo se le
da 0,2 litros por segundo por unidad productiva (2). Por si fuera
poco, la Secretaría Nacional del Agua, SENAGUA, en el 2015 confirmó
la existencia de más de 200 autorizaciones de agua para la
generación de energía, lo que representa un 70% del volumen de agua
concesionada (3). Al mismo tiempo, el abastecimiento o acceso al
agua en el sector rural no llega al 45.9 % (4). De hecho la matriz
productiva del agro ecuatoriano está encaminada a implementar
monocultivos para la exportación con un alto consumo, no solo de
agrotóxicos, fertilizantes sintéticos, semillas híbridas -hasta
posiblemente transgénicas- sino de agua que podría destinarse a
otros usos prioritarios como la agricultura campesina, para los
hogares o fines recreativos,<br>
<br>
El Laudato Si’ reconoce también que “Un problema particularmente
serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que
provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son
frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las
causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y
el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de
agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de
mortalidad infantil...” (Párr. 29).<br>
<br>
La encíclica papal refleja la realidad que también está presente en
el Ecuador. A más de la concentración e injusta repartición, también
hay un problema con la calidad del agua. Por ejemplo, en la Amazonía
norte, en la zona petrolera, el 82,4% de la población se ha
enfermado en alguna ocasión por el uso de agua contaminada (5).
Adicionalmente, en la mayoría de ciudades el tratamiento de agua se
limita al uso de cloro como desinfectante y un decolorante para
evitar el color obscuro del agua y en zonas rurales la eliminación
de excretas a través de sistemas de saneamiento no supera 22.9 %
(6).<br>
<br>
La Encíclica reitera que “Mientras se deteriora constantemente la
calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia
a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se
regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua
potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y
universal…” (Párr. 30) y “Una mayor escasez de agua provocará el
aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que
dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la
posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas
décadas si no se actúa con urgencia....” (Párr. 31).<br>
<br>
La concentración del agua y su contaminación se agudiza con el
problema del cambio climático, cuya consecuencia será la disminución
drástica de fuentes de agua dulce. El Ecuador no está exento de este
problema; vemos que cada día hay menos lluvias, menos glaciares y el
deterioro de los bosques y páramos, que son reservas naturales de
agua, debido a políticas y proyectos de desarrollo de
infraestructura, agrícola-industrial o urbanística. <br>
<br>
Con respecto al diálogo y procesos decisionales la Encíclica realiza
un extensivo detalle sobre la realización de Estudios de Impacto
Ambiental (Párr. 182-184) y continúa con: “En toda discusión acerca
de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían plantearse en
orden a discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral:
¿Para qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién?
¿Cuáles son los riesgos? ¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo
lo hará? En este examen hay cuestiones que deben tener prioridad
(Párr. 185). <br>
<br>
En nuestro país los Estudios de Impacto Ambiental son una
formalidad burocrática y no significan un debate abierto acerca de
la viabilidad o no de un proyecto que ya se ha decidido realizar.
Se debería exigir una evaluación completa ex ante de cualquier
política o proyecto y de los posibles impactos que podría tener
sobre el ambiente y las poblaciones locales, incluidos aquellos que
tienen que ver con el agua.<br>
<br>
Bien lo dice la Encíclica papal: el agua es “un recurso escaso e
indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el
ejercicio de otros derechos humanos”. Nosotros añadiremos además que
la protección del agua forma parte de los derechos que la naturaleza
tiene. <br>
<br>
<b>ACCIÓN ECOLÓGICA</b><br>
<br>
NOTAS:<br>
(1) V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe, Aparecida 13-31 de Mayo 2007.
<a class="moz-txt-link-freetext" href="http://www.celam.org/aparecida.php">http://www.celam.org/aparecida.php</a><br>
(2) JAAPRE, Juntas Administradoras de Agua Potable y Riego del
Ecuador, Ecuador, 2009<br>
(3) Secretaria Nacional del Agua SENAGUA. 2014. <br>
(4) VII Censo de Población y VI de Vivienda que se llevó a cabo a
fines de noviembre de 2010. <br>
(5) ACCIÓN ECOLÓGICA. “Ecuador ni es ni será ya país Amazónico.
Inventario de impactos petroleros”, 2001.
<a class="moz-txt-link-freetext" href="http://www.accionecologica.org/petroleo/reporte-de-monitoreo/1813-inventario">http://www.accionecologica.org/petroleo/reporte-de-monitoreo/1813-inventario</a><br>
(6) VII Censo de Población y VI de Vivienda. 2010<br>
<br>
</body>
</html>