Acción Ecológica opina: Serie “Se acaba la balsa en el Ecuador” - No. 2: LA BALSA SE VA DEL SURORIENTE AMAZÓNICO

ACCION ECOLOGICA info en accionecologica.org
Sab Mar 27 20:01:19 PST 2021


Acción Ecológica opina
aeopina

*Serie “Se acaba la balsa en el Ecuador”**
**
**No. 2: LA BALSA SE VA DEL SURORIENTE AMAZÓNICO*

Desde las vías y los ríos amazónicos se ven aserraderos de balsa. 
Cortados en pequeños pedazos de madera de alrededor de un metro treinta, 
se van todos iguales, mismas dimensiones y apilados uno encima de otro; 
listos y esperando ingresar al camión que los transportará con destino a 
alguna empresa maderera en la zona costera. En Santo Domingo o Guayaquil 
se compra la balsa, también llamada boya, cargada en camiones a un 
precio que depende del mercado internacional.

En las comunidades, los trabajadores, sobre todo indígenas de la zona, 
cortan, apilan y cargan. Si acaso cobran el jornal mínimo, de 10 a 15 
dólares el día trabajado. Esta cantidad es mucho más de lo que ganarían 
por la venta de racimos de plátano o chonta. Como suele ocurrir, luego 
de recibir la paga, salen a la ciudad el fin de semana y se lo gastan en 
alcohol. Por su parte, las mujeres de las comunidades cocinan para los 
trabajadores y también se ganan su platita con la que compran alimentos 
para la familia. Con la fiebre de balsa, la dinámica comunitaria ha 
cambiado. Se ha instaurado una nueva dependencia que afecta a la 
autonomía de las comunidades indígenas del suroriente de la Amazonía 
ecuatoriana.

Los intermediarios, generalmente foráneos, responden a las demandas de 
las empresas madereras y estas, a su vez, a la demanda de China de balsa 
para la fabricación de aerogeneradores para energía eólica. Los 
compradores locales son quienes negocian la tala de la balsa con las 
comunidades. Estas personas se acercan a las dirigencias ofertando 
cubrir necesidades básicas como luz, escuelas, incluso centros médicos. 
Derechos que deben ser garantizados por el Estado y no por ninguna 
empresa ni negociante de madera. Algunos dirigentes a veces aceptan sin 
evaluar la serie de problemas que acarrea esta forma de extractivismo. 
Las negociaciones son rápidas porque el intermediario sabe lo que quiere 
y sabe cuánto puede ofrecer.

El extractivismo salvaje de la balsa está generado, muchos conflictos, 
rompiendo vínculos comunitarios y arrasando con la cohesión y 
tradiciones en la comunidad. Peleas entre familiares, juicios de unos 
comuneros a otros, presidentes de comunidades acusados de llevarse el 
dinero, primos enfrentándose a machete por el lindero en el que se 
encuentra un árbol de balsa. Hasta familias enteras tirando de las ramas 
de un árbol para ver quién se queda con la madera. También las labores 
comunitarias se han visto fuertemente afectadas, porque los comuneros 
están todo el tiempo trabajando para sacar madera de las playas. No 
asisten a las asambleas ni a reuniones y abandonan las labores del 
cuidado social comunitario.

A esto se suman los daños ambientales y la contaminación. Por un lado, 
los aserraderos desechan lo que no les sirve del árbol de balsa y otros 
desechos en los ríos. Así, las crecidas se llevan todo río abajo. Y por 
otro, la gasolina de los cientos de canoas mezclada con el aceite 
termina en el río, afectando a la pesca de subsistencia. Ríos donde 
antes circulaban canoas transportando personas y alimentos entre las 
comunidades ahora parecen calles de Quito con tráfico de hora pico.

En el bosque, cortar un árbol de balsa de gran tamaño afecta a los 
ecosistemas. Su sombra da cobijo a plantas que sin la balsa ahora se 
secan bajo un sol abrazador. Las cotorras, que se alimentan de las 
flores de balsa, ya no cantan como antes, las loras se han ido en 
búsqueda de nuevos hogares, o los tapires y sajinos quedan descubiertos 
para la cacería ilegal.

Pero no todo es compraventa en la selva. Existen comunidades que se han 
opuesto al ingreso de las empresas y de los intermediarios, pues saben 
que la madera de la balsa constituye una parte fundamental en el 
equilibrio de la selva. Por ejemplo, para la Nacionalidad Sapara del 
Ecuador, el árbol de balsa es una protección natural contra los 
espíritus que viajan por los ríos y permiten la vida en las comunidades. 
Así, varias comunidades Sapara, Kichwa o Achuar se han expresado de 
manera contundente contra la intención devastadora de las empresas, 
quienes han intentado en varias ocasiones convencer a la dirigencia para 
promover el madereo dentro de sus territorios.

Un pequeño país amazónico, como el Ecuador, una vez más, mira cómo se 
desangran sus bosques y pueblos, esta vez con la extracción de balsa, 
para que otros países se declaren cero-carbono y con “energías limpias”.

*ACCIÓN ECOLÓGICA*
27 de marzo de 2021

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: <http://lists.accionecologica.org/pipermail/boletin-accionecologica.org/attachments/20210327/a7aa5e80/attachment-0001.html>
------------ próxima parte ------------
A non-text attachment was scrubbed...
Name: AE logo opina.jpg
Type: image/jpeg
Size: 34213 bytes
Desc: no disponible
URL: <http://lists.accionecologica.org/pipermail/boletin-accionecologica.org/attachments/20210327/a7aa5e80/attachment-0001.jpg>


Más información sobre la lista de distribución Boletin